Cómo una profesora y 150 adolescentes utilizaron la escritura para cambiarse a sí mismos y al mundo a su alrededor.
Dirección: Richard LaGravenese.
2007. Alemania, EE.UU. 123 min.
Guión: Richard LaGravenese; basado en el libro «The freedom writers diary» de Freedom Writers y Erin Gruwell.
Producción: Stacey Sher, Michael Shamberg y Danny DeVito.
Música: Mark Isham y will.i.am.
Fotografía: Jim Denault.
Montaje: David Moritz.
Interpretación: Hilary Swank (Erin Gruwell), Patrick Dempsey (Scott Casey), Scott Glenn (Steve Gruwell), Imelda Staunton (Margaret Campbell), April Lee Hernandez (Eva), Mario (Andre), Kristin Herrera (Gloria), Jacklyn Ngan (Sindy), Sergio Montalvo (Alejandro), Jason Finn (Marcus), Hunter Parrish (Ben).
Sinopsis. A sus 23 años, todavía con aspecto de estudiante, la idealista Erin Gruwell (Hilary Swank) hija de un activista de los Derechos Humanos que de pequeña había querido ser abogada para defender a los pobres y excluidos, parece dispuesta a comerse el mundo el día que entra en el instituto Wilson para estrenarse como profesora. Pero su clase lo único que espera es sobrevivir un día más; son un grupo multiétnico de adolescentes de los más variados orígenes. Lo único que parecen tener en común es el odio que se profesan entre sí y la intuición de que el sistema educativo se está limitando a almacenarlos en cualquier lugar antes de que tengan edad para desaparecer. Erin se empeña día tras día en ganarse a sus estudiantes pese a su obstinado rechazo a toda forma de participación en las clases.
Sin embargo, la actitud optimista de la maestra es una bofetada para los endurecidos alumnos, quizá peor que el cinismo o la indiferencia de los otros profesores. Un día la profesora intercepta un dibujo donde se insulta a un joven negro mediante la exageración de rasgos físicos. En un momento de inspiración, compara el dibujo con las caricaturas que los nazis hacían de los judíos y les menciona el holocausto. Para su sorpresa, la gran mayoría de sus alumnos desconoce la historia de la «solución final» nazi. A partir de ese momento, la maestra modifica el plan de estudio, y cambia «La Odisea» por «El Diario de Anna Frank».
Cuando los directivos de la escuela se niegan a pagar los nuevos libros y otras actividades que Gruwell planea, la profesora toma dos empleos adicionales para financiar su proyecto, lucha contra superiores y parientes, para quienes su nivel de compromiso resulta exagerado e inapropiado. Los jóvenes, en cambio, reaccionan positivamente al desprendimiento de la mujer, y se integran por completo.
Sabiendo que cada uno de sus estudiantes tiene una historia que contar, Erin les anima a que escriban un diario con sus pensamientos y experiencias. Los diarios de los chicos pronto dejan de ser deberes de clase y se convierten en un instrumento de afirmación vital. Cuando Gruwell les regala cuadernos para que hagan anotaciones diarias sobre su vida y pensamientos, los cuadernos se convierten en un remedio y pronto se llenan con el dolor y la angustia de los jóvenes. sin embargo, el contacto con sus estudiantes afecta a Erin en su familia y en su matrimonio.
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